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Guías de Viaje

Sobre mi

Antes de adentrarte en la magia del Gran Bazar y el Bazar de las Especias de Estambul, te recomiendo que antes leas la 1a parte del viaje en la que visitamos Hagia Sofía, Topkapi y la Basilica Cisterna, la 2a parte en la que visitamos Gálata, Ortaköy y Asia o la 3a parte en la que visitamos Balat, la Mezquita de Suleimán y hacemos el crucero por el Bósforo. Volvamos al viaje:

Las últimas horas en un viaje siempre tienen un sabor amargo. Era la última mañana que teníamos en la ciudad (el 5º día) sentí que no nos había sobrado ni una hora durante el viaje. Pero habíamos conseguido cumplir con todo lo que queríamos ver y hacer en Estambul, solo nos quedaban dos tareas pendientes: el bazar de las especias y el gran bazar.

Nos despertamos sobre las 10 de la mañana, nos dejamos descansar libremente hasta cubrir el agotamiento acumulado de tantos km caminados.

Me levanté de la cama y asomé mi cabeza por encima del marco de la ventana. Pude ver como la noche había sido tan fría como para acumular una generosa capa de nieve sobre los tejados y los coches apartados. Incluso se podía ver algo de nieve acumulada sobre los minaretes y la cúpula de la mezquita azul.

Nos vestimos con todas las capas posibles y salimos a despedirnos de la ciudad. Jugamos con una bola de nieve mientras caminamos, era bastante surrealista haber amanecido así. Pasamos por la plaza de Sultanahmet una última vez y vimos como estaba repleta de turistas fotografiando la nieve. Nosotros no fuimos menos y sacamos la cámara analógica para hacer unas cuantas instantáneas y retratar el momento.

Para llegar a los bazares, cogimos el tranvía hasta el puente Gálata y de allí fuimos andando, ya que se encuentra a unos pocos minutos. Aprovechamos hasta el último de los tickets que venían incluidos en el ‘Welcome card Instanbul’.

Estambul nevada, plaza sultanahmet.
tranvía de estambul.

Llegamos al bazar de las especias, mucho menos abarrotado de lo que esperaba. También mucho más pequeño de lo que esperaba, aunque no los techos, que son altísimos. Paseamos por sus tiendas, con decenas y decenas de vendedores tratando de llamar nuestra atención. Evidentemente, teníamos toda la pinta de turistas.

Lo más curioso es que tratarán de hablarte en muchos y diferentes idiomas hasta que les prestes atención, y mi consejo es que esperes tener que detenerte y rechazar amablemente cada una de las ofertas, porque sino no saldrás jamás del bazar.

Mercado de las especias, Estambul.

El bazar de las especias es un buen lugar para llevarse un recuerdo de la ciudad, y eso hicimos. Encontrarás frutos secos, tés de todos tipos de colores, algún que otro snack y souvenir. Nosotros nos detuvimos en la única tienda en la que no nos agobiaron cuando nos acercamos a mirar. Compramos un par de tés y, aquí viene un consejo si tenéis pensado pasar por el Bazar de las Especias de Estambul: recuerda que se espera que regatees.

Mercado de las especias, Estambul.
Bazar de las especias, Estambul. Guía de viajes.

El regateo y los bazares de Estambul

Elegimos un par de tés para traernos a España, como gusto para nosotros y como souvenir para familia y amigos. Los tés en este pequeño mercado no es para nada barato, pero sí es un buen té que merece la pena probar.

Verás que los tés en este sitio se repiten tienda tras tienda, y que los precios son los mismos. Se espera que regatees, por eso tienes que hacerlo sin miedo. A mi, la verdad, es algo que me cuesta hacer. Al fin y al cabo le estoy diciendo a alguien que cobre menos dinero por su trabajo. Pero hice lo que todas las guías aconsejan y es cierto que puedes sacar tus compras por mucho menos dinero de lo que se pide, y es que según dicen, los precios ya están bastante elevados para contemplar ese margen. Pero no te pases, recuerda que esta gente vive de ello. Simplemente ten en cuenta que los precios de esos tés son bastante elevados hasta si lo piensas en Euros… ¡Si lo pasas a LT es una locura! Pero es obvio que está pensado por y para los turistas.

Té en estambul, mercado de las especias.
Bazar de las especias, Estambul. Guía de viajes.

Cuando salimos del bazar de las especias, nos enredamos por los laberínticos callejones que lo conectan con el Gran Bazar, y aunque en realidad no está a más de 10 minutos andando, da la sensación de que es algo más lejano debido al ajetreo que esas calles tienen. Porque los comerciantes no solo venden dentro de estos mercados. Si te paseas por la zona, encontrarás decenas y decenas de tiendas diferentes con prendas de ropa.

Si consigues dejar al margen el estrés que supone tanta gente, es ciertamente entretenido. A nosotros nos caían copos de nieve en la cara y lo recuerdo con bastante melancolía.

El Gran Bazar de Estambul

Dicen que el Gran Bazar es inacabable. Yo os lo corroboro. Si quisieras recorrer el bazar y conocer cada una de las tiendas, tardarías horas. Más de 3 y 4 horas. En el Gran Bazar se vende todo lo que puedas pensar: ¿Comida? Sí. ¿Ropa? Sí. ¿Souvenirs? También. ¿Joyas? Efectivamente. ¿Lámparas? Por supuesto. De hecho, muchos turistas aprovechan para comprar allí esas lámparas, ya que en España te salen, como mínimo, al doble de precio en tiendas regulares.

Puedes encontrar miles y miles de objetos que comprar y por los que también se espera que regatees. Nosotros no compramos nada porque, siendo sincera, más allá de las preciosas lámparas turcas, no encontramos nada que nos llamase la atención demasiado. Así que nos dedicamos a curiosear, pasear y observar los detalles de un mercado que es considerado de los más grandes del mundo. Tiene casi 4.000 tiendas. Su interior se nota muy antiguo (1461), y eso le arroja cierto encanto.

Gran Bazar de Estambul. Guía de viajes.

Por eso y por mucho más, es uno de los puntos más turísticos de Estambul (se calcula que recibe entre 250.000 y 400.000 visitas al día). Hay a quien le encanta pasar horas y horas allí. Yo tengo un muy mal perfil de compradora, no me suele gustar comprar y suelo hacerlo solo cuando tengo necesidad. Así que en realidad nuestra visita fue por curiosidad y no con esa finalidad, aún así reconozco que sí hubiese comprado alguna de esas preciosas lámparas o algunas piezas como platos o bowls para fotografiar mis recetas, si no fuese porque llevarlo hasta España en una mochila repleta de ropa hubiese sido misión imposible.

Reconozco que es un lugar muy auténtico y que sin duda debes visitar en tu viaje por Estambul, pero si eres como yo (te estresas con grandes masas de gente y te molesta que te presionen para comprar) tendrás que hacer un trabajo mental para poder pasear con tranquilidad. Al final, acabarás teniendo una increíble capacidad para ignorar todas las peticiones de compra. De hecho, creo que es importante pasear con actitud porque en varias ocasiones nos llegaron a coger del brazo para enseñarnos los productos. Deduje que es algo muy natural en la cultura local.

Adiós, Estambul…

Para cuando salimos del Bazar, la nieve caía en copos gigantes. Apenas quedaban unas pocas horas para tener que dirigirnos al aeropuerto, así que fuimos a comer un último falafel por Gálata.

Estambul ha sido uno de los viajes más especiales que he hecho y que creo que haré por mucho tiempo. Es una ciudad no tan alcanzable como las que he visitado años atrás. El choque cultural es increíble. La forma de comercial, el humor, la forma de relacionarse… ¡Es todo tan diferente! Un viaje por Estambul requiere algo más de planeamiento y dinero que invertir, pero sin duda repetiría una y cien veces.

En mi recuerdo que queda el crucero por el Bósforo y la torre Gálata iluminada por la noche. Nuestros paseos por el barrio hipnotizados por la llamada a la oración. La iluminación de las mezquitas. La inmensidad de las mezquitas.

Estambul es una ciudad que no se puede explicar. Estambul es una ciudad que vivir.

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Barcelonesa viviendo, por ahora, en Valencia. Autora del libro 'Vive Vegano'. Aprendiendo a cocinar y trabajando cada día para difundir el veganismo. Muy enamorada de mis perros, por eso viajar es la segunda cosa que más me gusta de esta vida.

hola@recetasveganas.net

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