Vegan Friendly

Dog Friendly

Guías de Viaje

Sobre mi

[SI QUIERES LEER UNA GUÍA MÁS COMPLETA Y ACTUALIZADA (2019) NO TE PIERDAS MI POST VUELVO A FLORENCIA: UN RECORRIDO GASTRONÓMICO Y CULTURAL.]

Eran las 12:20h cuando nuestro tren salió desde Milano Central hasta Florencia. Aprovechamos para descansar un buen rato, ya que los días que había estado en Milán me habían dejado totalmente destrozada.

photo_2016-12-06_17-40-04
El tren de alta velocidad de Italia cuesta 50€ el trayecto y tarda algo más de 1:30h en llegar desde Milán hasta Florencia.

Llegamos sobre las 14:00 a la estación de Florencia y fuimos directos a nuestro hotel. Entramos en ese ascensor de aire antiguo (de esos de doble puerta, una de metal y otra de madera que siempre cierra mal) y subimos las 4 plantas que teníamos hasta el Hotel Soggiorno Isabella de Medicci, por unos 30€ la noche, a 2 minutos de la estación de Santa María Novella  y a unos 10 minutos andando del Duomo de Firenze. ¡Una maravilla!

photo_2016-12-06_19-12-43
Habitación del hotel Soggiorno Isabella.

El interior estaba decorado tal y como esperaba, con telas de aire antiguo y cabeceros de madera, pero tenía un gran encanto. Sin duda este hotel es una opción bastante buena para dormir en Florencia. Económico, acogedor y con encanto.

Dejamos la maletas, cogí mis cámaras y la llave y nos fuimos directamente a comer. A veces pienso que el mayor móvil de mis viajes es la gastronomía. Es muy probable que así sea. El caso es que consultando la app Happy Cow (una app que te geolocaliza las opciones veganas y vegetarianas más cercanas a ti), vimos que uno de los restaurantes más cercanos era Universo Vegano, así que pusimos camino hacia él.

Empezaba nuestro viaje por Florencia, aunque hoy solo teníamos unas 10h para explorar la ciudad.

Comer vegano en Florencia: primera vez en Universo Vegano

A los 15 minutos de andar ya habíamos topado con la puerta, que se encontraba en uno de los laterales de una plaza de aire realmente alternativo. Realmente es una ventaja que en la maravillosa Florencia casi todo esté cerca.

Entramos con ganas de descubrir lo que nos guardaba este restaurante, nos sentamos al fondo y comenzamos a consultar el menú. En el había demasiadas ofertas que no podíamos rechazar: pizzas, hamburguesas, kebabs, tartas,… todo vegano. Demasiada hambre y ganas de probar este restaurante.

photo_2016-12-06_17-39-39
El restaurante Universo Vegano, ubicado en la Piazza dei Ciompi de Florencia.

Finalmente nos decantamos por probar las pizzas (¿por algo estamos en Italia no?) y de entre todas elegimos la de no-atún y la de estilo kebab, bastante poco tradicionales. Eso para mi es bastante osado ya que no soy muy amiga de las imitaciones a productos de origen animal, porque si se parecen demasiado acaba siendo imposible que me lo coma. La cabeza me juega una mala pasada, qué le vamos a hacer.

Por suerte he de decir que ambas pizzas estaban impresionantes. El queso vegano que llevaban estaba perfectamente fundido y era de lo más cremoso que he probado en quesos veganos. El no-atún parecía algún derivado de la soja texturizada y marinado en algún tipo de alga para dar sabor a mar, pero por suerte para mi el sabor era muy sutil y no extremadamente parecido al del atún animal, por lo que acabó siendo mi favorita. Después de terminar las pizzas, nos animamos a probar un par de postres: una tartaleta de chocolate y avellanas y un cheescake de chocolate.

pizzas-veganas-florencia2
photo_2016-12-06_17-39-43

 

El Duomo de Florencia: ¡qué belleza!

Salimos de allí preparados para comernos Florencia, casi literalmente. Comenzamos a pasear sin ninguna dirección concreta, callejeando por esas vías estrechas de piedra, masificadas por tantos otros turistas como nosotros. La circulación era extremadamente caótica, o esa fue mi sensación. La gente cruzaba por las carreteras sin preocupación, las bicicletas iban en contradirección y había coches aparcados en cualquier lugar. Menudo caos.

Nos sumergimos en lo más céntrico del centro de todo Florencia, y topamos con una incontable cantidad de puestos de mercadillo que vendían todo tipo de productos a base de piel. Qué espanto… Continuando y sin querer, nos dimos de bruces con la Catedral (s. XII) más bella que he visto jamás, una de las muchas maravillas arquitectónicas que se pueden ver en Florencia. Además, es complicado no toparse con la maravillosa Santa Maria Di Fiore, dado que su tamaño es descomunal. Hasta la propia plaza que la acoge parece pequeña a su comparación.

Esta catedral es para sentarse y observar con detenimiento cada uno de las placas de mármol que componen la fachada, sus tejas rojas y su enorme y separado campanario.

photo_2016-12-06_17-39-32
El Duomo de Florencia

Dando la vuelta al rededor del Duomo, escuchamos a un violinista que nos dejó sin palabras por varios minutos, interpretando con impresionante talento temas de artistas tan diferentes como Miley Cyrus, Michael Jackson y Adele. Es bastante común encontrarse artistas en directo en esa zona: desde pintores hasta músicos.

Continuando con la ruta, llegamos al Plaza de la República, que se encuentra a unos pocos minutos andando desde la catedral. Ese es uno de esos lugares de visita obligatoria de la Florencia nocturna. Aparentemente es una plaza común, con decenas de restaurantes y tiendas carísimas a su al rededor, pero cuenta con una particularidad que la hace realmente impresionante: el tiovivo. Impresionante, con una iluminación y unos colores hipnóticos que se fusionan a la perfección con los caballos de plástico. Lo espectacular de este rincón es verlo de noche. Sin duda, si no tienes tiempo para recorrer mucho más en Florencia, esto tienes que visitarlo.

photo_2016-12-06_17-39-20
Tiovivo de la plaza de la república, Florencia.

Terminando ya nuestras primeras horas en Florencia, seguimos caminando y dimos con la Piazza Santa María Novella (una plaza que se encuentra al lado de la estación y que acoge el museo de arte moderno, además de estar repleta de restaurantes típicos italianos. Mirando los menús, nos aventuramos a intentar comer en un restaurante de pasta Italiana, ya que tenían opciones vegetarianas y veganizarlas no sería difícil. 

Nos sentamos y pedimos un par de platos de pasta picante, ya que nos dijeron que no contenían queso ni la pasta era a base de huevo. Yo me decanté por unos spaguetti al aglio, olio e peperoncino (pasta con ajo, aceite y gundilla)mientras que mi compañero pidió Penne a la Carrettiera, dos platos picantes (muy muy picantes) pero deliciosos. Si sois amantes del picante y los resistís bien, tenéis que probarlos obligatoriamente, aunque no tiene por qué ser en reste restaurante. Los podrás encontrar en casi cualquier lugar de Florencia.

pasta-italiana-picante

A por el 2 día en Florencia:

Con esa digestión ligera, los labios hinchados del picante y demasiado calor encima (pese a los 6 grados) nos dirigimos al hotel para finalmente descansar y poder empezar con energía el día siguiente. Teníamos preparada una ruta en bici para poder conocer las partes más lejanas de Florencia: El Ponte Vecchio, el mirador de Miguel Ángel, los jardines de la Fortezza da Baso… ¡Continúa leyendo en el siguiente post!

0

Barcelonesa viviendo, por ahora, en Valencia. Autora del libro 'Vive Vegano'. Aprendiendo a cocinar y trabajando cada día para difundir el veganismo. Muy enamorada de mis perros, por eso viajar es la segunda cosa que más me gusta de esta vida.

hola@recetasveganas.net

post a comment

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.